Diego!!!
No te conocí, no se mucho de tu vida, no tengo idea de tus motivaciones o tus sueños, de tus problemas o tus ilusiones, no sé donde vivías, que tipo de familia tenías, cómo fue tu infancia o cuales eran las expectativas para tu vida. Mejor dicho no sé por qué te escribo, sin embargo sentí la necesidad de hacerlo, hoy, sola en frente a la fue tu oficina.
No he podido superar tu muerte, aunque no tendría que afectarme o por lo menos no mucho, pues no estaba involucrada contigo en ningún sentido, es más no recuerdo haberte visto o habernos cruzado en el ascensor o en el pasillo. Tengo congelado el corazón desde que decidiste, o por lo menos es lo que parece, saltar desde la terraza de este edificio.
alguna vez tuve ese pensamiento, es más, era recurrente en una etapa muy dura de mi vida. pocas personas entienden, como alguien, en sus cinco sentidos, tiene aunque sea este pensamiento, pero te entiendo y me siento muy conmovida.
No he podido dejar de pensar en el motivo de tu decisión, he leído algunas cosas sobre ti, he han contado que eras, exitoso, positivo, inteligente y tenaz, que creaste y mantuviste por más de diez años una empresa prospera y la hiciste reconocida.
Me tomé el atrevimiento de ver vídeos con rutinas de comedia y ni aún así veo signos de algo que indicara tu intención.
Hubiera querido conocerte, que nos hubiéramos encontrado o tal vez hablar de algo que te motivara a continuar, algo que hubiera aportado en algo para no quitarte la vida.
Ahora no quisiera que te me aparecieras, no quiero volver a subir a la terraza, solo quiero que sepas lo que pienso, que te admiro y que te extraño, te entiendo y deseo que dios te de la paz que en vida no lograste. Desde mi corazón, descansa en paz.
No te conocí, no se mucho de tu vida, no tengo idea de tus motivaciones o tus sueños, de tus problemas o tus ilusiones, no sé donde vivías, que tipo de familia tenías, cómo fue tu infancia o cuales eran las expectativas para tu vida. Mejor dicho no sé por qué te escribo, sin embargo sentí la necesidad de hacerlo, hoy, sola en frente a la fue tu oficina.
No he podido superar tu muerte, aunque no tendría que afectarme o por lo menos no mucho, pues no estaba involucrada contigo en ningún sentido, es más no recuerdo haberte visto o habernos cruzado en el ascensor o en el pasillo. Tengo congelado el corazón desde que decidiste, o por lo menos es lo que parece, saltar desde la terraza de este edificio.
alguna vez tuve ese pensamiento, es más, era recurrente en una etapa muy dura de mi vida. pocas personas entienden, como alguien, en sus cinco sentidos, tiene aunque sea este pensamiento, pero te entiendo y me siento muy conmovida.
No he podido dejar de pensar en el motivo de tu decisión, he leído algunas cosas sobre ti, he han contado que eras, exitoso, positivo, inteligente y tenaz, que creaste y mantuviste por más de diez años una empresa prospera y la hiciste reconocida.
Me tomé el atrevimiento de ver vídeos con rutinas de comedia y ni aún así veo signos de algo que indicara tu intención.
Hubiera querido conocerte, que nos hubiéramos encontrado o tal vez hablar de algo que te motivara a continuar, algo que hubiera aportado en algo para no quitarte la vida.
Ahora no quisiera que te me aparecieras, no quiero volver a subir a la terraza, solo quiero que sepas lo que pienso, que te admiro y que te extraño, te entiendo y deseo que dios te de la paz que en vida no lograste. Desde mi corazón, descansa en paz.
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