La vida es color de rosa

Este tema nació cuando varias personas nos reunimos a comentar el resultado del año pasado. A nivel general el balance no fue positivo, las ventas se vieron afectadas por las elecciones presidenciales y el mundial de fútbol, que fueron grandes distractores. Atenta escuché toda la mañana a cada uno de los participantes en los que había este tipo de denominadores comunes, sin embargo, la conclusión final y la palabra con la que definían de año fue lo que me hizo reflexionar acerca de este tema.

La mayoría de participantes daban a sus experiencias una connotación positiva, alentadora y en el peor de los casos de aprendizaje, sin embargo otros fueron absolutamente negativos, se centraron en lo que les faltaba no en lo que tenían, hicieron énfasis en los proyectos que no lograron y no resaltaron aquellas metas a las que llegaron.

Siendo absolutamente sincera y haciendo un balance honesto, no fue el mejor de mis años, sin embargo asumo el proceso como un reto y veo el positivismo acompañándome a lo largo del camino.

Si hago una metáfora con los colores, algunos ven su vida y concluyen acerca de lo que les pasa poniéndose unas gafas de color negro, todo es oscuro para ellos, en su concepto no cumplieron los propósitos, no les alcanzó el esfuerzo que hicieron, la salud no ayuda y la situación del país es precaria.

Llegaron a conclusiones de todos los colores, porque es válido anotar que la vida es un arco iris de posibilidades, sin embargo, quiero hacer énfasis en los que ven la vida color de rosa. La sala se iluminaba cuando las personas positivas daban su opinión, al elegir palabras de aliento en cambio de derrota, expresando con una sonrisa lo mucho que aprendieron con los retos y aún más llorando daban gracias a la vida por lo que lograron. Creo que todos hemos vibrado con este tipo de personas que dicen: unas veces se gana y otras veces se aprende.

Es impresionante ver la forma en que cambia la actitud de las personas que están alrededor de una persona positiva o negativa, estoy segura que hay mucho de magia al ver la vida color de rosa, analizar un mundo de posibilidades, en cambio de abrir los ojos y no encontrarse más que con un muro oscuro imposible de atravesar. Es más sencillo partir de los conflictos y la poca habilidad que tenemos para enfrentar los retos de la vida, que crear a diario nuevas y mejores estrategias para resolver los problemas, alcanzar los objetivos y salir de la zona de comodidad en la que parecemos odiar pero la mayoría nos acostumbramos a estar.

En este momento de mi vida elijo mi color y digo: la vida es color de rosa. Y no por lo que he conseguido, sino porque este color me ha iluminado en el recorrido hacia lo que he logrado y lo seguirá haciendo hasta la meta que me he propuesto.

Quiero seguir escribiendo sobre este tema, así que estaremos viajando entre las diferentes tonalidades de este maravilloso color.